El juego es una de las herramientas principales de aprendizaje de las que disponen los niños. Jugar en la naturaleza les sirve para exploran el mundo, experimentar, acertar y equivocarse. A diferencia de las opciones acotadas que ofrecen los juguetes comerciales, la naturaleza pone a su alcance una infinidad de objetos con texturas, matices y posibilidades diferentes que les permiten experimentar y desarrollar su imaginación: piedras, palos, hojas, insectos, agua, semillas… Un potencial que debemos…
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