Los embalses de Leurtza

Situados entre Urrotz y Beintza-Labaien, los embalses de Leurtza destacan como dos diamantes en mitad de los preciosos hayedos del valle de Malerreka. Un espléndido y tranquilo paraje rodeado de sencillos caminos, accesibles incluso en carrito de bebé o bicicleta, e incluidos en nuestra guía de «Rutas con niños en el Pirineo navarro», que nos invita a descubrir en familia los húmedos bosques de la Navarra atlántica.

A partir de
3-4 años

Dificultad
Media

Distancia
3,5 km

Desnivel
50+

Recorrido
Circular

Altitud máx.
700 m

Cómo llegar

Desde Doneztebe/Santesteban seguiremos la carretera NA-4040 a Urrotz, donde tomaremos una pista asfaltada de 5 km que finaliza en los embalses de Leurtza. De primavera a otoño se cobra una tasa por vehículo. Espacio de aparcamiento limitado. Se recomienda reservar con antelación en www.leurtza.es

Descripción

La excursión comienza desde la caseta de información del Área Natural Recreativa de los Embalses de Leurtza, que encontraremos situada junto a la zona de aparcamiento y una escultura en homenaje a la rana bermeja, uno de los habitantes más ilustres de la zona. El embalse inferior es visible desde el primer momento y varias sendas nos ofrecen acercarnos a su amplia orilla, un lugar ideal para jugar, relajarse o, si el tiempo acompaña, pegarse un chapuzón.

El camino no tiene pérdida. Siguiendo las marcas blancas y verdes del SL-NA 7, que nos guiarán durante todo el recorrido, pasaremos junto a un sombreado merendero y, unos metros más adelante, junto a una fuente y unos aseos públicos. Entre robles y hayas avanzaremos por un agradable camino que al poco se bifurca en dos. El de la izquierda, que continúa la traza del sendero PR-NA 102 cruzando la presa del embalse superior, y el de la derecha, el que nosotros seguiremos, que continúa rodeando los embalses bajo la protección del hayedo.

Pronto descubriremos la cuenca del Embalse superior, un paisaje idílico en el que se complementan a la perfección el agua del embalse con las laderas boscosas que tapizan por completo estos montes. Un espectáculo que alcanza su máximo esplendor durante el otoño, cuando los bosques se tiñen con intensos colores ocres, pardos y rojizos. El ganado acostumbra a pastar en los amplios prados junto a la orilla del embalse, y en ocasiones los corzos se acercan a sus aguas a beber, completando una estampa mágica.

Cerca de la cabecera del embalse encontraremos una nueva bifurcación. Tomaremos el camino de la izquierda y tras pasar junto a un Pluviómetro, cruzaremos con la ayuda de una pasarela de madera, una de las regatas que alimenta el embalse.

Tras ascender un breve repecho daremos con una nueva bifurcación donde tomaremos el camino de la izquierda. Comenzaremos a descender suavemente paralelos al embalse. Por un amable camino alfombrado de hojarasca y protegido por un joven hayedo, llegaremos hasta una nueva bifurcación señalizada donde encontraremos la muga que separa los municipios de Urrotz y Beintza-Labaien.

Continuaremos recto en ligero descenso hasta cruzar la Regata Errekabeltz para continuar llaneando hasta la Presa del embalse superior, desde donde obtendremos una espléndida panorámica de los dos embalses.

Sin cruzar la coronación de la presa, por donde es posible acortar la excursión, continuaremos rodeando el embalse inferior, ahora por un camino accesible equipado con barandillas y señalización en braille que nos descubre formaciones cársticas, como el lapiaz que forma pequeños surcos en la roca producto de la disolución de la roca caliza con el agua, o una antigua plaza de carbonera con la que antiguamente se aprovechaba la madera para la elaboración del carbón vegetal.

Una rampa nos dará finalmente acceso a la Presa del embalse inferior. Tan solo nos restará cruzarla y continuar por la carretera 300 m hasta alcanzar de nuevo el punto de partida.

Mapa de los embalses de Leurtza

Nota: Las edades propuestas en cada ruta están basadas en la distancia, el desnivel y la dificultad (baja, media o alta) que el terreno tiene para un niño. La capacidad psicomotriz puede variar notablemente de un niño a otro, por lo que hay que entender estas recomendaciones como una referencia. Serán las capacidades de cada niño las que marquen en último lugar la idoneidad de una ruta.

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