Desde los interminables hayedos de Valdeón hasta los relucientes lagos de Covadonga, desde la inmensidad del circo glaciar de Fuente Dé hasta la verticalidad imposible del Picu Urriellu, los Picos de Europa nos descubren un territorio fascinante en el que la historia, la naturaleza, las tradiciones o la geología se entremezclan para dar lugar a un espectáculo único. Ríos que se abren paso a través de imponentes desfiladeros, inaccesibles y escarpadas crestas calizas que el invierno viste de blanco en contraste con extensos bosques, verdes praderas y floridas majadas, encantadoras aldeas que descansan detenidas en el tiempo en el fondo de los valles o simas que se adentran en las entrañas de la Tierra más allá de lo imaginable, componen un territorio salvaje y sorprendente que oculta miles de tesoros. Un lugar mágico, tierra de reyes, mineros y pastores, que ofrece a los niños un abanico sin fin de posibilidades donde poder desarrollar todo su potencial, experimentar con el entorno, imaginar, jugar y, en definitiva, aprender y desarrollarse como personas.