Cascada de Oinaska

Oculta en las inmediaciones de Elizondo, la cascada de Oinaska ofrece un espectáculo abrumador en época de lluvias. Un agradable paseo para todos los públicos, incluido en nuestra guía de «Rutas con niños en el Pirineo navarro», que lleva desde el mismo centro del pueblo a la base de la cascada desde donde los más andarines pueden completar el circulo adentrándose en las antiguas minas de barita: un sorprendente testimonio de la historia minera del valle de Baztan.

A partir de
3-4 años

Dificultad
Media

Distancia
4,5 km

Desnivel
150+

Recorrido
Lineal

Altitud máx.
350 m

Cómo llegar

Partiendo de Pamplona tomaremos la N-121 A en dirección a Francia. Tras cruzar el túnel de Belate llegaremos a las inmediaciones de Oronoz-Mugairi, donde nos desviaremos a la N-121 B hasta llegar a Elizondo. La ruta comienza en la plaza de los Fueros, junto a la que encontraremos varias zonas de aparcamiento.

Descripción

La Plaza de los Fueros de Elizondo, presidida por el ayuntamiento de Baztan y ubicada a la sombra de la imponente parroquia de Santiago, constituye el punto de partida ideal para comenzar la ruta. Un arco a la izquierda del ayuntamiento nos muestra el camino a tomar. Inicialmente junto a las aguas del Río Baztan -que más adelante cambiará su nombre por Bidasoa- avanzaremos por las calles de la población siguiendo los carteles de color fucsia y los triángulos amarillos: nuestros guías a lo largo de todo el recorrido.

Tras cruzar el río por un puente, y pasar junto a una comisaría, cruzaremos la N-121-B por un túnel. Giraremos en este punto a la derecha para continuar la marcha por una carretera secundaria que da servicio a una pequeña urbanización de casas aisladas. Las indicaciones nos invitan a girar a la izquierda para ascender con fuerza entre las edificaciones, sin embargo, merece la pena continuar recto, sin ganar desnivel, hasta llegar a una rotonda situada junto a un asador donde nos uniremos de nuevo al camino balizado.

Llegados a este punto abandonaremos la carretera para tomar la pista asfaltada que nace junto al asador. No tardaremos en llegar hasta un puente que salva la Regata de Askoko. Sin cruzarlo deberemos tomar una senda escalonada perfectamente señalizada que bajo la protección de un tupido bosque atlántico continúa ascendiendo con comodidad cerca de la regata hasta llegar a una antigua calera en ruinas. La Cascada de Oinaska aparece al fin ante nosotros, aunque para alcanzar su base será necesario vadear las aguas del arroyo para cambiar a la vertiente contraria (en temporada de lluvias, cuando la cascada se encuentra en su máximo apogeo, el cruce de la regata en este punto no es posible y el acceso se debe realizar cruzando el puente aguas abajo para continuar por la pista asfaltada).

Para los más pequeños, la visita a la cascada de Oinaska puede ser premio suficiente, sin embargo, si aún tenemos ganas de más merece la pena continuar para descubrir uno de los legados etnográficos más singulares del valle de Baztan: las minas de Barita, pasando por el mirador de Elizondo.

Mapa de la cascada de Oinaska

Nota: Las edades propuestas en cada ruta están basadas en la distancia, el desnivel y la dificultad (baja, media o alta) que el terreno tiene para un niño. La capacidad psicomotriz puede variar notablemente de un niño a otro, por lo que hay que entender estas recomendaciones como una referencia. Serán las capacidades de cada niño las que marquen en último lugar la idoneidad de una ruta.

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